dimecres, 17 de febrer del 2010

Un post de mamás.


Bismillah.

Llegó, pasó y se fué Saffar como una apisonadora...

Pan el lunes, pan el martes, pan el miercoles...

Primero a comprar leche de oferta, en casa bebemos leche a litros, mas valdría tener una vaca...Y cajas de zumos para la escuela...Y les he comprado un postre a cada uno...

Me compro dos vasos de cristal tallado de segunda mano en la "Fundación Deixalles", dando así rienda suelta a mi lado cursi de las teteras y vitrinas.

A mi me parecen bonitos y son dos, uno para mi y otro para mi marido...Aunque seria mas romántico beber los dos del mismo...
Quería mirar si habia algún escritorio par tenerlo en mi habitación, para mis cosas y de mi señor maridito...

Recorro como alma en pena, (arrastrando las botas y el poncho)el supermercado mas grande de Ibiza, ¡uau!(que seria como uno mediano de barrio de gran ciudad...), en busca de las toallitas multiuso para limpiar el baño, y nada, no hay, sigo deambulando en busca del bote-vaso de vidrio de nocilla, con el dibujo de Hello kitty que anuncian en Disney Channel, tampoco existe eso en Ibiza...
Veo una mamá de la escuela, la miro sonriendo, ella me mira bajando la cabeza, y me saluda con un escueto "hola"... Se apresura a doblar la esquina...
Vale, "I understand", no quieres comunicación con la mamá del trapo en la cabeza, pués Alhamdulillah!
Termino de vagar por el super sin rumbo fijo, hasta que pienso, "Maryam, que haces, vete  a casa"...
Y Alhamdulillah! me llama una hermana recien llegada de Chipre, muy alegre y con mucha energia, me deja feliz e inspirada!!

Tengo en mente todo el dia a una mamá de Azuquekistan:
Que decia : ¡¡s.o.s., s.o.s.... Abrazos, abrazos!! o mejor dicho, brazos extra, brazos extra, y me hizo reflexionar y mirarme y mirarlos.....y volverme a dar cuenta de la frase famosa: "para criar un solo niño se necesita toda una tribu", y ¿donde está la tribu?...Es lo que nos preguntamos muchas mamás...Y que la frase no consuela...
Y sobre los estreses de ir al colegio por la mañana... ya llevo tiempo pensando sobre eso, sobre todo cuando conduzco hacia la escuela, pienso que si existiera una máquina que pudiera medir los niveles de estrés de las mamás(también hay algún papá), entre las 8 y las 9,10 de la mañana, explotaría, le saltarían los muelles.
Y me hace plantearme en nombre de qué o de quien tanto desgaste y tanta prisa...Seguro que hay otras formulas.

Abro la puerta de los asientos traseros del coche para dejar la cesta del pan, ya vacía.
Una pastita negríííísima, como de plastelina, en pegotes, encima del elevador de Aicha...¿que será esta porquería?¿por que nuca hacen caso cuando les digo que no pongan los zapatos en el asiento?...despues de un examen insitu de la sustancia, recuerdo las galletas"oreo" de ayer, que mas que de chocolate parecen de carbón...puaj...Pero les encantan, se las compré ayer como premio por acompañarme a comprar y portarse bién.

Vuelvo a casa: estoy bastante "frita", con un viento de esos que dan dolor de cabeza. Me queda subir las cajas de leche y zumos por la escalera.
Me falta inventarme algo para comer: un reciclage de cus-cus solo, con las salchichas halal de ayer. Yo me comeré la tortilla de verduras de anteayer, que se ha vuelto azul por que llevaba col lombarda...Eso si que no seré capaz de hacer que lo prueven.
Me voy pitando a recogerlos a la escuela, mas estres, buscar aparcamiento, ir corriendo a recoger a Yassin a su clase, una vez fuera, uno por aqui el otro por allá ,coches.
Las aceras del barrio donde está la escuela son simbólicas, ya que solo cabe el poste de la luz...o un gato delgado...o sea que no son practicables, así que, una marabunta de niños por en medio de la calle, mas mamás que llegan en coche aceleradas, me encuentro de repente cargada de mochilas y chaquetas y los "lindos retoños" han desaparecido...llego al coche arrastrando las piernas...subir al coche , peleas entre ellos dentro del coche...mas estres...llegar a casa, subir las mochilas y las chaquetas ponernos a comer, ¡AHORA RESULTA QUE YA NO NOS GUSTAN LAS SALCHICHAS!, gran noticia.
Y el cus-cus tampoco, claro, "Mamá, tu ya sabias que no me gusta el cus-cus...", es que parezco tonta...Negociaciones sobre cuantas cucharadas tienen que comerse para tener postre...
Llegamos al postre y como solo hay dos, es para ellos 
Son tan, tan guapos que los dos quieren compartirlo conmigo, en el fondo son muy dulces...Son mis tesoros!A veces los haria puré, o mejor, cogería yo la maletita....

Alhamdulillah. Ser mamá es un mar de emociones contradictorias, algo indescriptible, aunque a veces no parece tan bonito...

He llegado a la conclusión de que la mamá mítica, siempre cariñosa, siempre a punto de atener a los retoños, con paciéncia inperturbable y dedicación total sonriente, no existe, ni la super mujer-esposa-madre tampoco , y que siempre, siempre, somos madres primerizas aunque tengamos 6 cachorros.
En primer lugar, porque ningún hijo es igual que el anterior y eso lo afirman las que tienen a partir de tres.
Cada niño va desarrollandose, cambiando sus necesidades, ¡cuando resulta que les encantaban las salchichas, ahora resulta que ya no!, pero ahora si les gusta la lechuga... y asi en casi todo.
Para vestirlos, para jugar, para irse a dormir...primero quieren estar contigo pegados , hasta un dia que prefiere estar con las amiguitas por ejemplo...y  mejor que tu no estes presente...
Siempre hay cambios, siempre tienes que ir adaptándote, descubriendo, siempre está el hijo o hija mayor que va descubriendo nuevas etapas para los que van detrás...y todas las  mamás vamos aprendiendo sobre la marcha, tomando decisiones, cada una como podemos...que no es poco y es dificil y nos importa mucho, pero al final es precioso...Ser mamá es un regalo del cielo...Es bello.

Otro dia os  podría contar sobre la vida secreta de las piezas de puzzle asilvestradas,  perdidas debajo de los muebles, fundidas con las pelusas.
Los reencuentros de calcetines desparejados durante semanas.
Sobre las eternas gotas y rastros de cola-cao en la mesa de la cocina y en los pijamas, en las alfombras...
Sobre la sensación incomparable de pisar las piececitas de juguete al levantarte por la noche a beber agua...
Ah! y el inspirador crujir de los cereles cuando los chafas al entrar en la cocina!!
O sobre la sensación de leer cada noche el mismo cuento, varias veces, durante una semana o mas. Con ojos enrojecidos, semicerrados y doloridos, reproduciendo voces de cabritas y gallinas...¡Llevo ya casi 10 años! hay mucho para contar...Falta muchiiiisimo por aprender...

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